Aquí está la clave: ¡la prevención es posible! 

Aquí está la clave: ¡la prevención es posible! 

Bajo el lema “Es tiempo de actuar”, el Día Mundial contra la Hepatitis de este año destaca la necesidad de una acción colaborativa para ampliar el acceso al diagnóstico y tratamiento en los países

Etiología de la hepatitis viral

La hepatitis viral de forma general es producida por un grupo muy diverso de patógenos denominados virus hepatotropos, es decir, virus que infectan los hepatocitos y causan inflamación en el hígado. Se han descrito, entre otros, virus de hepatitis A (VHA), B (VHB), C (VHC), E (VHE) y D (VHD o delta). Además, se han descrito otros virus con una menor relevancia, como el virus de la hepatitis F, virus de la hepatitis G y los virus transmitidos por transfusión. Por otro lado, hay un porcentaje pequeño de hepatitis en las que no es posible identificar el virus causante, son conocidas como hepatitis no A-G.

Se han descrito, entre otros, virus de hepatitis A (VHA), B (VHB), C (VHC), E (VHE) y D (VHD o delta). Además, se han descrito otros virus con una menor relevancia, como el virus de la hepatitis F, virus de la hepatitis G y los virus transmitidos por transfusión. Por otro lado, hay un porcentaje pequeño de hepatitis en las que no es posible identificar el virus causante, son conocidas como hepatitis no A-G.

Epidemiología

La vía de transmisión del VHA y VHE es la vía fecal-oral, generalmente por el consumo de aguas contaminadas, estando también descrita la vía sexual. Las personas también pueden contraer hepatitis E por el consumo de carne poco cocida de cerdo, venado o mariscos. La hepatitis por VHC se transmite principalmente por vía parenteral, aunque también puede transmitirse por vía sexual o vertical durante el parto. Actualmente, los virus B y D se transmiten principalmente por vía sexual, vía parenteral y transmisión vertical (en madres con carga viral elevada en el momento del parto).

Los virus VHA y VHE generalmente causan infecciones agudas, es decir, de corta duración. En una infección aguda, el sistema inmune puede combatir la infección y el virus desaparece. Los virus VHB, VHC y VHD pueden causar infecciones agudas o crónicas, es decir, de larga duración. La hepatitis crónica ocurre cuando el cuerpo no puede combatir el virus y no desaparece. La hepatitis crónica puede provocar complicaciones como cirrosis, insuficiencia hepática y cáncer de hígado.

Hepatitis A

El VHA es un virus de ARN monocatenario (SS) sin envoltura y pertenece a la familia Picornaviridae. Las cepas de VHA aisladas de varias partes del mundo constituyen un solo serotipo y se dividen en 6 genotipos (I – VI) según el análisis filogenético.

El virus se encuentra en las heces de una persona infectada. Se transmite cuando una persona como alimentos o bebe agua que ha estado en contacto con heces infectadas.

Después de haberse expuesto al virus, puede pasar de 2 a 7 semanas antes de que haya algún síntoma. Los síntomas pueden durar alrededor de 2 meses, pero pueden durar más tiempo. Sin embargo, en la mayor parte de los casos la infección por el virus VHA desaparece por sí solo y no provoca problemas hepáticos a largo plazo.

Los síntomas comunes son: cansancio, malestar estomacal, pérdida del apetito, pérdida de peso, dolor en el costado derecho del abdomen, fiebre, dolor muscular, ictericia, orina oscura y heces del color de la arcilla.

La respuesta inmune humoral consiste en la parición de anticuerpos IgM anti-VHA contra proteínas de la cápside viral durante la incubación, persistiendo durante un periodo de tres a seis meses, por lo que su detección tiene valor diagnóstico. Los anticuerpos de tipo IgG aparecen en la convalecencia y se mantienen de forma indefinida, confiriendo inmunidad frente al virus de por vida.

La mortalidad relacionada con el VHA es baja y suele ser debida a casos de hepatitis fulminante. El riesgo de fallo hepático aumenta con la edad y con la presencia de hepatopatía de base. La infección por VHA no cursa de forma crónica.

Hepatitis B

El VHB, un virus de ADN circular bicatenario y envuelto, pertenece a la familia Hepadnaviridae y tiene 10 genotipos conocidos (A-J) y varios subtipos que varían geográficamente en todo el mundo.

La mayoría de los adultos que contraen la infección presentan la enfermedad por un corto tiempo y se recupera. Esto se conoce como hepatitis B aguda.

Algunas veces, el virus produce una infección a largo plazo que se conoce como hepatitis B crónica, lo cual puede causar daño en el hígado. Los bebes y los niños pequeños infectados con el virus tienen mas probabilidades de tener hepatitis B crónica.

El virus de hepatitis B se transmite mediante el contacto con la sangre y los líquidos corporales de una persona infectada. Es probable que se contraiga la infección al tener relaciones sexuales con una persona infectada sin protección, compartir agujas con una persona infectada, tatuajes o perforaciones con instrumentos que no se esterilizaron, compartir artículos personales (como cuchillas de afeitar o cepillos de dientes con una persona infectada).

Una madre que tiene el virus puede transmitirlo a su bebe durante el parto. Es recomendable que todas las mujeres embarazadas se hagan un análisis de hepatitis B. Si se tiene el virus, se puede vacunar al beber para ayudar a prevenir que se contagie el virus.

Los síntomas incluyen: cansancio, fiebre leve, dolor de cabeza, pérdida del apetito, malestar estomacal o vómito, dolor abdominal, evacuaciones de color café claro, orina oscura, ictericia. La mayoría de las personas con hepatitis B crónica no tienen síntomas.

El virus no es citopático, por lo tanto, es la respuesta inmune la que destruye el hepatocito infectado. De la duración e intensidad de dicha respuesta inmune dependerán las manifestaciones clínicas y la gravedad. En pacientes inmunodeprimidos la infección pasará desapercibida, debido a que no producirá clínica y tenderá a cronificarse.

Durante el curso agudo de la enfermedad se detecta el antígeno de superficie (HBsAg) al inicio del periodo de incubación desapareciendo durante el periodo o fase de ictericia. Su persistencia en el tiempo se relaciona con la cronicidad. Dicho anticuerpo desencadena la formación de anticuerpos anti-HBs (IgG, a partir de los tres meses desde la infección), su concentración es elevada y estable de forma indefinida cuando existe curación.

El anticuerpo que aparece de forma precoz y que implica contacto con el virus es el anticuerpo frente a la cápside viral el antígeno del core (IgM anti-HBc e IgG anti-HBc después). Puede estar presente tanto en los cuadros agudos como crónicos.

El antígeno “e” (AgHBe) está relacionado con la replicación del virus, y, por tanto, a mayores cifras mayor riesgo de contagio. El anticuerpo anti-Hbe aparece a los 5-6 meses en aquellos individuos que han resuelto la infección.   

Hepatitis C

El VHC es un virus de ARN SS envuelto y pertenece a la familia Flaviviridae. Hay 7 genotipos junto con varios subgenotipos de VHC que varían geográficamente. Los genotipos 1 y 4 son más resistentes a la terapia convencional basada en interferón que los genotipos 2 y 3.

El virus se transmite mediante el contacto con la sangre de una persona infectada. La manera más común de contraer hepatitis C es compartiendo jeringas y otros equipos usados para inyectarse drogas ilegales. La infección no se adquiere a través del contacto casual como abrazar, besar o compartir comida o bebida.

La mayoría de las personas que tiene hepatitis C no tiene síntomas. Si hay síntomas, pueden incluir fatiga, dolor en el abdomen y las articulaciones, picazón en la piel, dolor muscular y orina oscura, también puede haber ictericia. La infección por VHC es la principal causa de mortalidad relacionada con el hígado y la infección crónica puede provocar cirrosis, insuficiencia hepática, carcinoma hepatocelular, trasplantes de hígado y la muerte.

En la hepatitis C, el anticuerpo anti-VHC en suero representa una infección, crónica, pasada o aguda; el anticuerpo no es protector. Cuando los casos no están claros o cuando la sospecha de hepatitis C es alta, se mide el RNA de VHC. El anti-VHC suele aparecer dentro de las primeras 2 semanas de la infección aguda, pero a veces se retrasa; no obstante, el RNA-VHC es positivo en un período más temprano.

Aquí está la clave: ¡la prevención es posible! Existen vacunas y tratamientos efectivos, ofreciendo esperanza para todos. La vacuna contra la hepatitis B está disponible tanto para adultos como para niños, mientras que los tratamientos orales seguros pueden curar la hepatitis C. Conocer su estado y acceder al tratamiento es crucial para las mujeres embarazadas con hepatitis B crónica para prevenir la transmisión maternoinfantil.

Referencias

1. https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/enfermedades-higado/hepatitis-viral

2. https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos-hepáticos-y-biliares/hepatitis/generalidades-sobre-la-hepatitis-viral-agudahttps://www.visiblebody.com/blog/learning-the-abcs-what-is-viral-hepatitis



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