04 Mar Lucha contra el cáncer, por un futuro sin cáncer
Alrededor de un tercio de todos los casos de cáncer podrían prevenirse evitando factores de riesgo clave como el tabaco, el consumo desmedido del alcohol, una dieta poco saludable y la inactividad física
Carga mundial de cáncer
El cáncer es una de las causas principales de muerte a nivel mundial, siendo mayormente afectados países de ingresos medios y bajos. En la región de América Latina, se estima que el número de casos fue de 4.2 millones para al año 2022 y se proyecta que esta cifra puede aumentar hasta los 6.7 millones en el 2045.
Según las nuevas estimaciones del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 10 tipos de cáncer en conjunto representaron alrededor de dos tercios de los nuevos casos y muertes en todo el mundo en 2022. El cáncer de pulmón fue el más frecuente en todo el mundo con 2,5 millones de nuevos casos, lo que representa el 12,4% del total de nuevos casos. El cáncer de mama femenino ocupó el segundo lugar (11,6%), seguido del cáncer colorrectal (9,6%), el cáncer de próstata (7,3%) y el cáncer de estómago (4,9%).
Ahora es el momento de actuar
La comunidad global promueve la concientización y movilización de la sociedad en general para avanzar en la prevención y control de esta enfermedad; al respecto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hace un llamado a que todo el mundo, a nivel colectivo e individual, se comprometa a fortalecer las acciones dirigidas a reducir el impacto del cáncer.
Esto puede lograrse mediante la reducción de los factores de riesgo para el cáncer, impulsando el tamizaje y detección del cáncer en etapas tempranas y la mejora en el acceso al diagnóstico, tratamiento adecuado y cuidados que mejórenla calidad de vida de las personas que ya sufren la enfermedad.
El cáncer puede prevenirse y controlarse
Al hablar de prevención del cáncer, podemos referirnos a dos aspectos fundamentales. Uno de ellos es la prevención primaria, que consiste en reducir la incidencia de la enfermedad a través de evitar la exposición a determinados factores causales cuya presencia es necesaria o favorece la aparición de la enfermedad. La prevención secundaria trata de detectar lo antes posible los tumores en personas sanas para que, a través de una intervención apropiada en fases iniciales, se pueda modificar el curso natural de la enfermedad. La prevención del cáncer consiste en tomar las medidas necesarias para reducir la probabilidad de enfermar de cáncer, ya que al menos un tercio de todos los casos de cáncer pueden prevenirse.
Es importante conocer algunos factores de riesgo para el cáncer, los cuales pueden evitarse:
- El tabaquismo es el factor de riesgo evitable que por sí solo provoca más muertes por cáncer en todo el mundo. La evidencia es contundente: el consumo de tabaco y nicotina provoca distintos tipos de cáncer, como los de pulmón, esófago, laringe, boca, garganta, riñón, vejiga, páncreas, estómago y cuello del útero. Alrededor del 70% de la carga de cáncer de pulmón puede atribuirse al tabaquismo como única causa.
- El consumo de alcohol juega un papel causal en el desarrollo de los carcinomas escamosos de la cavidad oral, faringe, laringe y esófago (estos tumores presentan la mayor evidencia disponible) y en los cánceres de hígado, colon, recto y mama femenina. También hay evidencia de una probable relación con los cánceres de estómago y páncreas.
- Falta de actividad física, factores alimentarios, obesidad y sobrepeso. Existe un nexo entre el sobrepeso y la obesidad, por un lado, y muchos tipos de cáncer, como el de esófago, colon y recto, mama, endometrio y riñón, por el otro. El consumo excesivo de carnes rojas y alimentos en conserva puede estar asociado a un mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.
- Algunos de los factores de riesgo específicos para cáncer incluyen las infecciones persistentes del virus del papiloma humano (VPH) de alto riesgo -para cáncer cervicouterino, virus de hepatitis B y C – para cáncer de hígado y H. pylori -para cáncer de estómago.
Se estima que del 30 al 40% de los cánceres se pueden prevenir al reducir la exposición a estos factores de riesgo. Las políticas de salud pública se pueden implementar para respaldar la elección individual de estilos de vida saludables, convirtiéndolas en la opción más fácil. Muchos otros tipos de cáncer, especialmente el cervicouterino, el de mama y el cáncer colorrectal, pueden detectarse temprano y tratarse eficazmente a través de programas organizados de tamizaje y detección temprana ligados a un el acceso al tratamiento oportuno.
Algunas medidas de prevención
El concepto de estilo de vida saludable, de forma resumida, englobaría los siguientes aspectos: mantener un peso corporal normal, evitar los alimentos que promueven el aumento de peso (bebidas azucaradas y comida rápida), realizar alguna actividad física durante, al menos 30 minutos al día, comer principalmente alimentos de origen vegetal, limitar el consumo de carnes rojas, evitar las carnes procesadas, y limitar el consumo de bebidas alcohólicas.
Al realizar pruebas de detección con regularidad se puede detectar de manera temprana el cáncer de mama, de cuello uterino y colorrectal, etapa cuando el tratamiento suele ser más eficaz. Se recomienda que algunas personas con un riesgo alto de cáncer de pulmón se hagan pruebas de detección.
Las vacunas también ayudan a reducir el riesgo de cáncer. La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) ayuda a prevenir la mayoría de los cánceres de cuello uterino. La vacuna contra la hepatitis B puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de hígado.
Fuente: Organización Panamericana de la Salud. Disponible en: